Primero que todo, definamos que la palabra coherencia, que no es más que la concordancia entre acciones e ideas.
Cuando hablamos de marca personal, a veces ocurre que ciertas acciones pueden “chirriar” y no parecer coherentes a nuestro público, sobre todo cuando se habla de colaboraciones comerciales.
🟢 Pongo el siguiente ejemplo, por un lado tenemos a Isra Bravo, que es un genio del storytelling en copywritting de ventas, que se ha venido comunicando con su público sin florituras y únicamente a través de un único canal que era su membresía (cosa que por cierto que ha cambiado hace poco para hacerlo aún más exclusivo).
🟣 Por otro lado, tenemos a Charuca, que aunque ahora esté introduciéndose en cursos y mentalidad, empezó vendiendo lo que ella llamaba “Papelterapia” en varios canales bajo el lema “la jefa de tu vida”, que no es más que papelería (libretas, bolis, agendas, planificadores…) con un diseño sencillo pero muy visual. En el caso de las agendas vienen incluso con algunas frases de empoderamiento para conseguir nuestros objetivos.
Pues bien, ¿verdad que no casaría que estas 2 personas se unieran para crear una colaboración comercial de agendas?
Simple y llanamente porque cosas como los valores y la filosofía de marca no casan.
Esta colaboración sería mucho más coherente si cambiáramos a Isra Bravo por Vilma Núñez, la empresaria que es conocida por ser una súper CEO, líder y emprendedora nata.
Una vende ser “la jefa de tu vida” y la otra es la súper referente del marketing online.
A esto es lo que me refiero con “tener una marca coherente”.
A la hora de realizar colaboraciones comerciales hemos de tener en cuenta cosas como nuestros valores y filosofía de marca que ya hemos comentado, y también influirá nuestro mensaje promesa, canales o vínculos habituales (tanto online como offline) de comunicación.
También para cuando pensemos en diversificar nuestro negocio, debemos de tener en cuenta todos estos factores.
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